sábado, 10 de julio de 2010

A mis amigos


A mis amigos...
El silencio y la soledad 
me han invitado a volver,
a disfrutar de nuevo 
del humo del café caliente
que se mezcla con el de los cigarrillos.
Mis amigos en la mesa,
alrededor de las palabras,
nos sentamos cada noche.
La vela nos anuncia la hora de partir.
Cuando se acaba nos amenaza
se lleva consigo la noche entera,
y la luna solo alcanza a guiarnos hasta
nuestras moradas, después se esconde
y todos concluimos que el vino,
el vino! nos une o nos aleja,
que nos vamos y venimos y nunca paramos.
Concluimos que estamos inconclusos aún,
y que es necesario reunirnos cada noche
bajo la luz de las velas,
bajo el manto de las palabras,
mientras las sombras pasan, 
cruzan las calles y se asoman por la puerta.

Jenny

1 comentario:

  1. solo nuestros amigos comprenden nuestro silencio, nuestra distancia y nuestra soledad. El tiempo se hace nuestro compañero y nos llena de paciencia o de ansiedad. Después de superar el tiempo nos reencontramos todos alrededor de la misma mesa, nos sentamos a esperar que todos regresen, que estemos completos para empezar el debate diario.

    ResponderEliminar