miércoles, 31 de agosto de 2011

entreverse

el espejo espesamente empañado
¡cuánto olvido en este cuarto!
confusa aparece mi imagen,
lánguida al pasar por sentimientos subterraneos.
estas, mis manos, yertas tiemblan.
¡Cuánta tristeza le cabe a mi cuerpo!
el dolor moja los sauces ya marchitos.
¡tanto dolor esparcido por el mundo!
mi alma se entrega a la naturaleza,
que la acoge en un suspiro.
el agua turbia que refleja mi semblante,
hasta mi mente se opaca
con los pensamientos de olvido.
¿es esta independencia mi forma de vida?
la libertad luce triste al principio.
¡cuánto silencio en esta tumba!
los poros se cierran
para no respirar lo agónico del viento.
¡tanta lluvia que cae en vano!
Nadie se besa bajo ella,
nadie baila cuando todos duermen.
esta tristeza que me borra
por más que limpie los vidrios
sigo siendo confusa a mi vista.
serán mías estas facciones gastadas?
se habrá infiltrado la muerte
para poseer mi espiritú?
con este dolor no me reconozco.

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